Estas Navidades han sido muy generosas en cuanto a la cocina. Me han regalado un montón de libros y de cacharritos para hacer cosas buenas, y poco a poco, cuando tengo tiempo, las voy estrenando. Una de esas cosas ha sido el kit de Lekué para hacer macarons, que me regalaron mis amigos, y aunque el primer intento no fué perfecto, me entraron las ganas de hacer más, ya que son un dulce muy resultón y agradecido. Además, a Ivan le encantaron y mitad por el amor que me tiene, mitad por lo tripero que es, me ha regalado un libro sólo de recetas de macarons. Se llama «macarons, un postre delicioso y chic» de Annie Rigg, y es muy completo. Explica muy bien todas las recetas clásicas y alguna más especial (como unos rellenos de fresas frescas con crema…ñam!). El siguiente paso estaba claro, ¡había que probar a hacer macarons de pistacho!
Para preparar cosas con frutos secos, antes hay que pelarlos, hay que intentar que no les quede nada de la piel seca que recubre el fruto. Para esto se blanquean. En el caso de los pistachos, lo primero es quitarles la cáscara (es un poco coñazo, pero prometo que quedan buenísimos!). El siguiente paso es escaldarlos, poniendo agua a hervir y echándolos dentro un momento, no se, yo creo que los deje 1 minuto o así. En cuanto los sacas, se cuelan y se ponen en un bol con agua fría. La teoría dice que la piel se irá al fondo y los pistachos flotarán, pero siempre se queda alguno en el fondo que hay que acabar de pelar. Por último se secan muy bien para quitarles toda la humedad que se pueda, y se pasan por la picadora. Quedarán triturados, no hace falta que sea como harina, pero cuanto más fino, mejor. Ya están preparados los pistachos molidos y se puede empezar con la receta.
INGREDIENTES
– 50 grs. de pistachos molidos,
– 1 pizca de sal,
– 3 claras de huevo,
– 200 grs. de azúcar glass,
– 75 grs. de almendra molida,
– colorante para dar el tono verde.
-150 grs. de chocolate para fundir,
-150 ml. de nata líquida.
En un bol, se mezclan los pistachos con el azúcar y las almendras hasta que quede una mezcla uniforme. A parte, se montan las claras con un pellizco sal y se añade el colorante verde. Una vez montadas, se mezclan con la ayuda de una espátula y mucho cuidado las dos mezclas y se rellena una manga pastelera con la masa. En una bandeja de silicona, se van poniendo pequeñas partes de masa, y se dejan reposar una hora aproximadamente, para que los macarons consigan la costra exterior. Tras este tiempo, ya se pueden meter al horno, a 170 durante 10 minutos, y ya estarán las tapas! El relleno es más fácil aún. Hay que calentar la nata hasta que hierva, entonces se retira del fuego y se añade el chocolate troceado. Se remueve hasta crear una mezcla homogénea y se deja enfriar. Cuando alcance el espesor deseado, se rellenan los macarons y se acaban de enfriar en la nevera. Y debo decir que están buenísimos…
ACTUALIZACIÓN
Mmmm, he hecho la misma receta, pero sustituyendo los pistachos por avellanas y está increíble!!! (es mi pareja favorita), ademas me han quedado la mar de guapos, pero como ya me los he comido, no os puedo poner foto 😉
Eva, con ese kit para hacer macarons también puedes hacer Whoopie pies…es más americano, pero está increible también…es lo que yo denominaria «lo que deberían ser las Oreo y no son»…indaga por ahí…si no ya te pasaré yo la receta!!! 😉
Oriol
Ah, pues me lo tengo que investigar ya mismo, muchas gracias por la pista!
🙂