Hay un concepto que para mi es muy básico, y que sí la gente lo tuviera claro, todo iría mejor. En un espacio cabe lo que cabe, ya sean tomates, camisetas o personas. Vale, pues se ve que esto la gente de bcn&cake no lo tienen muy claro.

La cosa es que este finde, en la fira de Montjuic, se celebra una feria dedicada a la pastelería creativa. Tenía muy buena pinta por el número y la calidad de los expositores que venían, y por los talleres que se organizaban. Además, era el primer evento de este tipo que se celebraba en Barcelona, por lo que mucha gente se emocionó con la idea y lo marcó en el calendario con una estrellita. Se pusieron a la venta las entradas y con 2 meses de antelación, ya se habían vendido tantas que decidieron pasar la feria a un recinto mayor, la fira de pza. Espanya. Al tener más capacidad, se pusieron a la venta más entradas y se ve que la cosa iba bien. En todos los blogs de pastelería que sigo la gente de todas partes de España, estaba muy ilusionada organizando quedadas para poder ir en grupo, por lo que me imagino que la venta de entradas debía de ir muy bien.

Llega el sábado 24 de noviembre, día de la inauguración, y cojo el tren con mi abono de dos días para ir a la feria. Llevo toda la semana dando la paliza en casa con las cosas que voy a ver y que me voy a comprar, por lo que mi novio decide no venir conmigo, me voy sóla a disfrutar de este fantástico día, sólo las magdalenas y yo!

Miro el FB en el tren y empiezo a ver comentarios chungos de gente que lleva 1 hora haciendo cola y nadie les ha dicho nada aún de por qué no entran, pienso nah, serán muy exagerados, pero me empiezo a escamar…
Mi tren llega a pza. Espanya, y al salir veo una cola enoooooorme que ocupa toda la acera de la fira que da a la plaza. me asomo a la avenida Maria Cristina y compruebo que la cola no es la de las taquillas que dan a la plaza, es la cola para entrar y llega hasta el pie de las escaleras mecánicas que suben al palacio, o sea, toda la avenida está ocupada por gente que no puede entrar al recinto.

En vez de ponerme en la cola, decido ir a chafardear a ver si vale la pena quedarse o no, y continuamente escucho gente quejarse de que llevan allí 2 horas esperando sin que nadie haya salido a decirles nada. Poco a poco me entero de que lo que pasa es que el aforo que les ha permitido la fira es menor del número de entradas vendido. Pasan los minutos y oigo llegar a 6 lecheras de los antidisturbios, increíble. Por fín comienzan a comunicarse por megafonía y nos dicen que por motivos de seguridad deben cerrar las puertas para que no ente más público, y que se podrá entrar a medida que vaya saliendo gente. ¿Pero de verdad se cree que la cantidad de gente que hay fuera va a poder entrar? A una feria así vas a pasar el día, no sales hasta las 7 de la tarde, ¿¿¿en qué momento van a entrar los miles de personas que hay fuera esperando???

Pero es igual, casi es mejor no poder entrar, lo que veo en FB de la gente que ha entrado es peor. Por lo visto habia tanta gente que no se puede caminar y olvídate de pararte en un stand, porque es imposible que te atiendan. La verdad es que me sabe fatal por todos los expositores que han hecho el esfuerzo de venir y se han encontrado con esta mala organización. Pero me parece mucho peor la gran cantidad de gente que ha venido de fuera, pagando hoteles y vuelos sólo para venir a la feria y que se han quedado fuera sin poder disfrutar del fin de semana que planearon hace meses. ¿De verdad era tan complicado vender sólo las entradas que tocaba?

En definitiva, una organización pésima por no saber algo básico, si el aforo es de 1.600 personas, no quieras meter 10.000.