Ayer entregué un encargo superdivertido de hacer. Mis fabulosas clientas me pidieron algo que nunca había hecho antes, y la verdad es que fue un reto crear a la drag queen de sus sueños. Después de empaparme de toda la información loca que me pasaron (incluído el reality RuPaul’s Drag race, una joya que hay que ver) y hacer inventario de las cosas brillantes que podía usar, empecé a abocetar Starlettes glamurosas con pelucones, y ha sido uno de los trabajos más divertidos que he hecho últimamente. Aquí os dejo el resultado, a ver qué os parece.