Yo no soy muy partidaria de los cupcakes, me resultan complicados de comer y a veces empalagosos. Pero si que soy muy partidaria de las madalenas bonitas. Es el nombre que usamos en casa para hablar de las cosas con aspecto de cupcake en las que la prioridad es el sabor, y que además son bonitas. Las madalenas bonitas si que nos gustan.
El otro día, husmeando por los blogs de comidas buenas, me topé con uno cargado de cosas ricas, sobretodo dulces. Se llama «la Dulce Magdalena», y es uno de esos blogs con los que se te cae la baba sin parar, tiene cosas muy ricas y con una presentación impecable. Allí descubrí un montón de recetas, entre ellas la de los cupcakes que más me atraen, los de Oreo, y al momento me compré los ingredientes y me dispuse a prepararlos. El resultado es muy muy bueno, y aunque tengo un catarro enorme, el sabor es increíble…