Ooooh! De nuevo a Disneyland Paris!!!
Y es que hay que sacarle partido al pase anual, aunque la verdad es que le estamos sacando más que partido, que ya es la tercera vez que lo usamos y aún nos quedan 8 meses de disfrute (bueno, y a mi un año más, que ya tengo a mis tres apadrinados!!).
Este viaje ha sido muy loco, porque no ha salido de mi hacerlo (qué raro), sino que ha sido Ivan el que lo ha propuesto, porque necesitaba desconectar un poco, y claro si él lo necesitaba, yo no soy quién para decirle que no XD ademas, ya estábamos en temporada de Verano, y este año era Frozen Summer, con Arendelle y SIng-a-long incluidos, y eso yo lo quería ver!
Como siempre me puse a hacer superbusqueda de vuelos, hotel y fechas, y después de intentar encajarlo en la agenda de Ivan y sin pasarme del presupuesto, conseguí encontrar un hueco de 3 días a mediados de junio, y rapidamente hicimos las reservas para todo.
La verdad es que no hay mucho que contar del viaje, porque nos dedicamos a pasear, montar en lo que nos apetecía y hacer el tonto, que es lo nuestro. Es lo mejor cuando ya has ido un par de veces, como ya no es novedad, no sientes el agobio de tener que hacerlo todo, simplemente vas con calma y disfrutas más del día. Aunque no fue todo igual que siempre, hicimos algunos descubrimientos nuevos, asistí a mi primer “Eventillo” de pins (sólo era un lanzamiento en El Pueblo Trading Post, pero me quedé loca igual!), y me subí a la ToT sin agarrarme!!!! Ahí, como los valientes!!!!
Ah y por primera vez, disfrutamos de días espléndidos en el parque, sin frío ni lluvia, y con un sol suave que te permitía lucir los modelos, eso si que fue una novedad. Así que aproveché para llevar ropas bonitas como hacen las señoritas de California, aunque me temo que aquí no es muy habitual porque la gente se pensaba que era una CM y me preguntaba cosas XD Casi lloro de la emoción!
Pero bueno, lo importante, el descubrimiento gastronómico, el Walt’s! Desde nuestra visita al Blue Lagoon en Febrero, no teníamos mucha confianza en los restaurantes caros del parque. Para lo que son, son muy caros y yo no elegí bien aquella vez y no aproveché la comida, así que decidímos no gastar el dinero en probar suerte en otro, limitarnos a ir a nuestros favoritos y asequibles y ya está. Pero no se muy bien por qué nos parecía curioso ir al Walt’s, yo había leído en el foro de Nuestro Neverland que estaba muy bien, y que las vistas de Main Street eran muy chulas, y ya que el resto de comidas las estábamos haciendo baratillas, nos dimos un capricho y reservamos para comer el sábado. En el City Hall pedimos si podían ponernos junto a la ventana, y se lo volvimos a comentar a la recepcionista cuando llegamos al restaurante. Nos dijo que teníamos que esperar un poquito más pero que no habría problema, y en un momento ya nos tenían preparada la mesa.
Nos tocó en el salón de Frontierland (cada sala está ambientada en un Land) y aunque no era el más bonito, era chulo, e Ivan pudo comer contemplando su casa favorita, La Phantom Manor 🙂 Nuestra camarera solo hablaba francés, cosa que nos extrañó, pero fue malísima con nosotros y media señalando, medio chapurreando algo de francés de instituto, conseguimos entendernos la mar de bien.
Para comer pedimos el menú más sencillo, pero es que los platos eran gloriosos. Yo tomé de primero un bagel de salmón ahumado con ensalada riquísimo y con mucha cantidad de salmón, y de segundo pedí carne. No estoy muy segura de qué tipo de carne, era algún tipo de filete de ternera acompañado de patatas confitadas y mantequilla con especias, Bue-ní-si-ma, y eso que yo no soy muy fan de la carne así. Ivan tomó Burrata de primero y Lomo de Bacalao con costra de chorizo de segundo, y le encantó también.
De postre tomamos cheesecake y creme Brûlée, muy ricas también. Definitivamente volveremos a comer aquí en algún otro viaje, quizás para el cumple de las Roquettes 🙂
Otra historia guay es la de la Big Thunder Mountain! En todos los viajes pasa algo con la BTM, o está cerrada, o hay una cola impresionante, o estás haciendo cola y la cierran,… es un rollo porque es una atracción que nos encanta, pero no nos podemos subir tanto como quisiéramos porque siempre pasa algo. Y esta vez pasó, pero con nosotros en el vagón! Se paró la atracción cuando íbamos por la mitad del recorrido, y nos quedamos parados cuesta arriba en la zona del burrito y la cabra (yo nunca los había visto hasta entonces ). Al ratito aparecieron unos CM que nos sacaron de allí andando por dentro de la atracción, y nos dieron un FP para el día siguiente (aunque no lo pudimos usar porque, sábes qué? estaba cerrada). Fue muy guay, aunque éramos los únicos del tren que salíamos encantados XD
También estuvo muy bien poder ir a la venta de Pins LE en el Pueblo Trading Post. Sólo era un sábado normal en el que salían a la venta pins, como siempre, pero en esta ocasión la mayoría era de Frozen y creo que se montó más jaleo de lo habitual. La verdad es que invertimos un montón de tiempo en comprar los pins, pero valió la pena, y luego pude ver los tableros de los Pin Traders que habían ido a cambiar, y tenían cosas increíbles! Lo malo es que ya eran las 12.30 cuando acabamos e Ivan estaba ligeramente harto de los pins, así que me lo llevé corriendo a la ToT a que se desahogara XD
Bueno, y ahora lo que todos esperamos, el Frozen Summer Festival y su sing-a-long. Ya se que esto parece interesante sólo para niñas y trintañeras, pero está muy bien montado, y es del nivel de cualquier Show de California. Después de cantar todas las canciones a grito pelao, y ver en persona a Elsa, Anna, Christoff y Olaf, salí de allí la mar de emocionada. Fue muy divertido y se lo recomiendo a todo el mundo!
Otra de las novedades fue el desayuno diario en el Salón Mickey, que ha sido un descubrimiento! Ademas de mis queridos muffin de chocolate, esta vez probé las berlinas y son deliciooooosas! Es muy guay desayunar allí, se está la mar de tranquilo, y todo está muy rico, y cuando estás listo entras directamente al parque 🙂
Otra novedad gastronómica fue el Casey’s, que no lo habíamos probado antes. Es un sitio de Hot Dogs que está en Main Street. La gente lo pone muy bien, pero la verdad es que no nos pareció para tanto, me gusta más el Croque-Monsieur del Market House Deli que tiene un precio similar y se puede comer cruzando la calle.
Y no se qué más contar de este viaje, así que os dejo con fotos aleatorias para que les echéis un vistazo!
Hale, y con la foto de mi sitio favorito me despido, nos vemos en Octubre, Disneyland!!!!