Eso debe de pensar este por las mañanas, porque se las pasa tirado en la terraza frito del todo. Casi ni come el pobre, pero al atardecer la cosa cambia, anda que no se anima!
Ya sabe traer la pelota y esas cosas y le encanta correr por el salón montándose sus propios circuitos de agility. Aunque creo que cuando más disfruta es cuando sale a la calle y se dedica a comer todo lo que pilla…
Bueno que a lo que íbamos, que está muy guapo y que voy a subir unas fotos, para que quede constancia de lo rápido que crece, menuda mirada seductora!